domingo, 3 de diciembre de 2017

LUNA

Y mientras mis insistentes pensamientos me retuercen y me exprimen la vida, una majestuosa luna enfrente de mí, grande, luminosa, lumbrera del cielo, me hace partícipe de su mágico espectáculo nocturno. Luna llena, plena, clara que viene a mostrarse como maravilla de la naturaleza, que me invita a perderme en su reflejo, que atrapa mi mirada y la enseña a diluirse en su luz, que incita a mi imaginación a entregarse a su magia distrayéndome por un momento de mi ser para hacer que me adentre en su poderoso misterio, superluna de este tres de diciembre se me antoja como un capricho de la naturaleza, entonces, gracias a ella conecto, y sin darme cuenta le hablo, mas bien hago una petición e invoco al universo un pedacito de su belleza, un poquito de su serena condición natural, que el poderío que desprende su magistral presencia rompiendo la oscuridad de la noche y subyugando a todo aquel que la ve, así también ese mismo poderío rompa y subyugue mis letanías personales y convierta mis anhelos en realidad. Al final, la superluna enfrente de mí ha desvanecido con su luz aquellos pensamientos que me consumían. Bendito capricho de la naturaleza.