sábado, 25 de noviembre de 2017

EL DINOSAURIO

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí, así que el famélico hombre se levantó y en un nuevo intento por espantar al enorme vertebrado volador hizo toda clase de ruidos y señas. El animal que permanecía impasible ante los desmanes de aquel ser, no sólo no se movía sino que además no dejaba de mirarle con sus grandes ojos bonachones. Cansado de gesticular, el hombre volvió a su lecho de enfermo no sin antes echarle al dinosaurio unas migajas de pan que le habían sobrado de la cena. El dinosaurio tenía una cabeza muy grande, extenso cuello, una cola fuerte y robusta, patas traseras con afiladas garras, unos trece metros de altura aproximadamente y unas largas alas que semiextendidas yacían sobre el piso. El atormentado hombre se acostó y cerró sus ojos sin dejar de murmurar que nunca lograría ahuyentar a ese misterioso animal, además, no podía entender como semejante dinosaurio de color verde grisáceo había logrado entrar en su habitación.

sábado, 11 de noviembre de 2017

HALLOWEEN

Aquel era el mejor plan que habíamos ideado nunca.  Mi hermano y yo éramos unos críos de siete y ocho años de edad respectivamente.  Nos chiflaba la fiesta de Halloween y no veíamos la hora de poner en marcha nuestra gran idea. Habíamos pasado un año entero abocados en el cuidado y cría de nuestras preciadas arañas que protegíamos con mucho celo para que no fueran descubiertas principalmente por nuestros padres. En un oculto rincón del patio de casa y en el hueco del tronco de un gran árbol tenían su hogar nuestras arácnidas amigas; nos habíamos ocupado mi hermano Pedro y yo de acondicionar el lugar para que no solo estuvieran cómodas sino para que también permanecieran ocultas en su  morada. Nuestra preferida era una grande de color negro que tejía sin parar. Llegó el día y preparamos todo el salón de casa con la mas original decoración jamás vista, colocamos las arañas por los rincones y enseguida comenzaron a aparecer telas de araña por doquier. Cuando llegaron nuestros amigos del cole, alucinaron con el mágico ambiente que habíamos creado para nuestra celebración de Halloween. El momento culminante vino cuando nuestro compañero Matías cayó al piso  convulsionando y echando una espuma blanca por la boca. Una gran araña negra yacía sobre su cuello. Todos aplaudieron lo que creían era una gran puesta en escena creada para la fiesta.