sábado, 6 de diciembre de 2014

Al girar la manija y abrirlo, escuchó muchas voces, gritos y susurros. Lo deslumbraron clarísimos amaneceres y divisó noches muy oscuras. Lo invadió el amor y el desamor. La locura, el tormento, el dolor, el miedo se apoderaron de él y presintió la muerte. Escuchó llantos y risas. Fue arrastrado por historias cortas y largas y de repente se encontró sumergido en cuentos de fantasía y magia. Vio submundos y universos enteros. Encontró su propia historia narrada en la vida de otros personajes y en otras épocas. Vistió indumentarias desconocidas y viajó a lugares antiguos. Participó en batallas y guerras, convirtiéndose en triunfador y derrotado. Vivió penas, glorias y soledades. Pudo conocer el pensamiento de los que eran enemigos. Se enfrentó a fantasmas y monstruos. Caminó largos días bajo la lluvia y se perdió en algún desierto. Habló lenguas extranjeras, le fueron revelados los más oscuros secretos y descubrió las intimidades de las gentes. Rezó oraciones y  ahondó en los misterios del universo. Bailó, cantó, pintó y hasta habló con los animales y las flores. Vislumbró el cielo y el infierno. Amó con locura. Descubrió la muerte y el inicio de la vida. Escudriñó en el interior de las personas desnudando así  su propia alma  y quedó atrapado.  Ya no pudo cerrarlo e indefectiblemente no tuvo regreso. (María de la Luz).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por volar en el cielo de mis palabras!!!