Según su color las mariposas cumplían diferentes misiones, así las azules gustaban de posarse sobre la cabeza de las personas y a pesar de ser las mas pequeñas esparcían paz y tranquilidad a su alrededor. Las encantadoras mariposas color rosa, tenían la particularidad de revolotear alrededor de las gentes que inevitablemente sonreían y se impregnaban de una gran ternura apenas las veían. Las de color rojo siempre se colocaban por delante, eran grandes en tamaño y su color de un rojo llamativo y aterciopelado era muy intenso, así que siendo tan apreciables y teniendo un color tan vigoroso, infundían fuerza y valor. También estaban las mariposas transparentes que para poder distinguirlas, había que mirar fijamente a través del aire y por un instante podían ser divisadas en un tenue brillo de luz que se producía cuando movían sus alas, siendo tan mágicas tenían la capacidad de promover los sueños e inspirar la imaginación de todos los que las veían. También estaban las mariposas amarillas que infundían alegría y las de color violeta que anunciaban el arcoíris.
El HADA MARIPOSA tenía mucho trabajo, ya que tenía que asignar a cada grupo de mariposas el lugar donde debían ir y la misión que tenían que cumplir. En algunos casos, las enviaba a lugares
muy distantes donde hacía falta embellecer algún jardín o unirse a otras mariposas de otros bosques, pero la misión más común que les asignaba era ir por los caminos, acompañando el trayecto que hacían las personas y los niños. De todas maneras, el HADA MARIPOSA, pese a sus múltiples ocupaciones, nunca dejaba de sonreír, siempre tenía tiempo para jugar con los pajaritos que se acercaban hasta donde ella estaba y aparecía de vez en cuando en algún lugar, para revolotear junto con sus hermosas súbditas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por volar en el cielo de mis palabras!!!