miércoles, 17 de junio de 2015
EL MIMO
martes, 9 de junio de 2015
NOSTALGIA
A lo lejos la inmensidad del mar se confunde con la
inmensidad del cielo, desde este lugar las dos inmensidades se contemplan
perfectamente.
Cierro los ojos y por un instante esas inmensidades se
meten en mi corazón y arropan mi soledad, entonces, como por arte de magia, el
horizonte se acerca y con él la tierra que me vio nacer, y se une al calor y al
amor maternal que pulula por todos los rincones
de esta hermosa región. Y sueño que ya no existe ni horizonte ni distancia.
Oigo sus voces, la de mis abuelos, que me arrullan y
consuelan, y con travesura ellos soplan la maravillosa brisa que seca mis
lágrimas. Una sentida ternura me envuelve.
A lo lejos la inmensidad del mar se confunde con la
inmensidad del cielo, desde este lugar las dos inmensidades se contemplan
perfectamente, y a mis oídos llegan los ecos de una folía y del zapateo de un
joropo. La nostalgia se viste de quietud y silencio.
SE QUEDÓ CALLADA ANTE AQUELLO QUE LASTIMÓ SU ALMA
Se quedó callada ante
aquello que lastimó su alma.
Aquel nueve de junio las
lágrimas invadieron su rostro y el cinismo de las palabras de aquella
conversación, bailó su danza con aires de soberbia. Por un tiempo sintió
vergüenza, lástima de si misma y mucha tristeza. Y entonces llegó la soledad
cargada de lágrimas, y paradójicamente también llegó la amistad en forma de
consuelo, de la mano de un caballero-amigo y de una hermana-amiga. Durante un
año se quedó callada ante aquello que lastimó su alma. Hoy soplan vientos
fuertes, hay nuevos aires y se divisa por fin un horizonte lleno de esperanza.
Ya no más vergüenza, ni lástima. Nunca existieron. Sólo fue el miedo que
quiso jugar su juego. Y aunque el orgullo
y la arrogancia quisieron hacer su reaparición e infundir temor, ella con
valentía pronunció palabras fuertes, sentidas y certeras. Ha dado una lección y
no guarda rencor porque su soledad la vistió de sabiduría. Y allí, en ese lugar
donde habita el temor, yace él, inmóvil y acorralado en su cobardía, en cambio
ella, aunque algunas lágrimas le dan brillo a su mirada de vez en cuando, alza
el vuelo, porque soplan vientos fuertes, hay nuevos aires y se divisa por fin
un horizonte lleno de esperanza.
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