A lo lejos la inmensidad del mar se confunde con la
inmensidad del cielo, desde este lugar las dos inmensidades se contemplan
perfectamente.
Cierro los ojos y por un instante esas inmensidades se
meten en mi corazón y arropan mi soledad, entonces, como por arte de magia, el
horizonte se acerca y con él la tierra que me vio nacer, y se une al calor y al
amor maternal que pulula por todos los rincones
de esta hermosa región. Y sueño que ya no existe ni horizonte ni distancia.
Oigo sus voces, la de mis abuelos, que me arrullan y
consuelan, y con travesura ellos soplan la maravillosa brisa que seca mis
lágrimas. Una sentida ternura me envuelve.
A lo lejos la inmensidad del mar se confunde con la
inmensidad del cielo, desde este lugar las dos inmensidades se contemplan
perfectamente, y a mis oídos llegan los ecos de una folía y del zapateo de un
joropo. La nostalgia se viste de quietud y silencio.
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Gracias por volar en el cielo de mis palabras!!!