Me bajé apresurada del
autobús, era imprescindible hacer aguas, una vez aliviada, me dispuse a conocer
esa bella localidad de Cantabria.
Hermosos balcones adornados con
flores, calles empedradas, ventanas y puertas de madera por doquier,
edificaciones antiguas de siglos pasados, algunas casi originales y otras con
el esmerado repaso de un proceso de conservación a sus espaldas daban cuenta de
un sitio con mucha historia que conocer. Ensimismada en mi propia observación, muda
e ignorante del pasado de aquel lugar, cada rincón de esa bonita región me
hacía suponer que guardaba acontecimientos de un pasado no fácil ni alegre en
contraste con el comercial y turístico presente que la ocupaba hoy.
Llamó poderosamente mi
atención que numerosos turistas entre nacionales y extranjeros, gran cantidad
de restaurantes y cafeterías e incluso prestigiosos hoteles y posadas y
numerosas tiendas de souvenirs y artículos tradicionales hacen vida en
mazmorras, cuarteles, cárceles y monasterios de hace varios siglos atrás, cuyas
paredes susurran acontecimientos de otros tiempos que se quedaron pegados a
ellas y que el bullicio de la vida de hoy ahoga con risas, expresiones de admiración y el sonido de los pasos de los
miles de turistas que andan sus calles en son de jolgorio y alegría.
Santillana del Mar, a unos
30 kilómetros de Santander, es un museo vivo de una villa medieval desarrollada
entorno a la colegiata de Santa Juliana, aunque la mayoría de sus caseríos corresponden
a las diversas aportaciones arquitectónicas de los siglos XIV al XVIII, se
encuentra en la costa occidental de la comunidad autónoma de Cantabria
(España), de la que es su extremo este. El conjunto histórico-artístico de
Santillana no se puede visitar más que de pie.
La villa fue declarada
conjunto histórico-artístico en 1889. En sus inmediaciones se encuentra la
cueva de Altamira, protegida como Patrimonio de la Humanidad. Es uno de los
pueblos más turísticos y más visitados de Cantabria, siendo una parada
imprescindible para los turistas que visitan la región. Esto ha hecho que gran
parte de los habitantes del municipio vivan de la actividad turística,
especialmente de la hostelería, los alojamientos rurales y las tiendas de
productos típicos.
Desde julio 2013, Santillana
del Mar forma parte de la red “Los pueblos mas bonitos del España”.
Caminé yo por sus calles
empedradas, callejuelas y callejones, admiré sus antiguas casas, casonas y
parajes, tomé muchas fotos e hice mi propia travesía según me guiaban los
sentidos.
Entré a una de tantas
tiendas esparcidas por el lugar y para mi sorpresa me topé con un pedacito de
mi tierra de origen dignamente representada por una elegante y espigada chica
que con un autóctono acento natal intercambió conmigo unas amistosas palabras
fraternales. Ya por último sentada sobre unas antiguas escalinatas esperando a
que mi compañero de vida me tomara una foto para el recuerdo me dio por
reflexionar. El avance de los tiempos nos permite ir al pasado. Venimos de allí
de las vicisitudes, de los sufrimientos, de los logros y de las alegrías de
nuestros antepasados. Me decanto por pensar que cada uno de nosotros lleva un
sello, y que es imprescindible descubrirlo e indagar en él. En mi caso ese
sello moldea mi existencia y bifurca para mí caminos inesperados. La escalinata
en la que me senté sigue allí como testigo fiel del encuentro entre el pasado y
el presente, y nosotros los de antes y los de ahora continuamos el viaje.
Les invito a visitar si así
tienen la oportunidad a Santillana del Mar.
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Gracias por volar en el cielo de mis palabras!!!